A 20 años de la toma de rehenes en el supermercado Eki de Gerli, “Chuky” fue abatido en un intento de robo en Avellaneda

Policiales | 2022-06-06 | 16:35:22


Como una marca del destino, 20 años después de haber protagonizado el robo y toma de rehenes cuando era adolescente en un supermercado de Gerli, Miguel Ángel “Chuky” Burgos murió en un frustrado intento de robo en Avellaneda. Una de las víctimas le dio una puñalada.

Fuentes policiales informaron a DiarioConurbano.com que el sábado último Miguel Ángel “Chuky” Burgo junto a tres delincuentes interceptaron a un padre y a su hijo que llegaron hasta Dock Sud desde Tres Febrero a comprar un Peugeot 206 a cuyo vendedor contactaron a través de MarketPlace.

Las dos víctimas habrían sido víctimas de un engaño y al ser interceptadas por los cuatros delincuentes comenzaron a forcejear con uno de ellos – “Chuky” Burgo – mientras que los cómplices les disparaban.

En ese contexto el hombre recibió dos balazos en una mano y uno en el abdomen, mientras que su hijo, de 26 años, fue herido de bala también en una mano y en el tobillo izquierdo.

Como consecuencia de la defensa de padre e hijo con un cuchillo, Miguel Ángel “Chuky” Burgo murió al recibir una puñalada y su cuerpo quedó en el lugar.

Los heridos fueron trasladados al Hospital Fiorito, donde se encuentran fuera de peligro. Los tres cómplices de “Chuky”, de 34 años, se encuentran prófugos.

La investigación quedó a cargo de la fiscal Marcela Olmos Coronel de la UFI 1 de Avellaneda. La causa está caratulada “homicidio en ocasión de robo”.

¿Quién era “Chuky”?

El lunes 19 de julio del 2002 se produjo una toma de rehenes protagonizada por un grupo de “pibes chorros” que se atrincheraron junto a 18 personas dentro de un supermercado “Eki” de la localidad de Gerli.

Cerca de 200 policías rodearon el local, ubicado sobre la avenida Yrigoyen al 2300. La situación se extendió por algunas horas mientras que la tensión crecía, y los medios de comunicación hacían la cobertura en vivo.

El negociador era un adolescente de 15 años recién cumplidos. Se trataba de Miguel Ángel Burgo, conocido por su precoz carrera criminal con el alias de “Chucky”, quien encabezó el asalto frustrado junto al resto de su banda, compuesta en ese entonces por Cristian “Chispita” González (18) y Gabriel “Oreja” Verón, menos famosos que el cabecilla, pero no menos violentos.

Juntos trataron de robar a mano armada la recaudación del Supermerado “Eki”. El plan era sencillo, reducir a los empleados del local y escapar con todo el dinero de la caja registradora, pero algo salió mal.

La primera etapa la ejecutarían de manera eficaz, debido a que una vez adentro no se esperaban encontrar con ningún tipo de resistencia. Sin embargo, la parte más sencilla resultó la trampa y, en vez de escapar, prefirieron cambiar de idea y evitar un tiroteo en medio de un desesperado intento de fuga que les podía costar la vida.

Es que policías a bordo de un patrullero que pasó por la zona habrían advertido un movimiento extraño dentro del negocio que llamó su atención y ahí se inició a lo que sería una toma de rehenes que tuvo en vilo al país durante más de cuatro horas.

Los tres asaltantes decidieron tomar a las 18 personas que había en el comercio como rehenes, aunque luego dejaron salir a cuatro niños, y mantuvieron a los demás privados de su libertad adurante el tiempo que duró la pesadilla.

En ese lapso, los adolescentes se dedicaron a consumir todo tipo de bebidas alcoholicas, lo que potenció la agresividad de “Chucky”, quien hasta se animó a salir a la vereda y efectuó varios disparos al aire para provocar a los uniformados. Incluso, una de los rehenes relató más tarde que el menor les gatillaba su arma “a cada rato pero la bala no salía”.

Finalmente, los jóvenes fueron detenidos y el caso fue recordado como uno de los más famosos protagonizados por “pibes chorros”.



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